martes, 12 de junio de 2012

02.85.01 Santa Criz - Primeras Excavaciones - rArMpS


Primera campaña(1) de excavación en el yacimiento de Santa Criz
(Eslava-Navarra)

  
Armendáriz Aznar, Rosa María;
Mateo Pérez, María Rosario;
Sáenz de Albéniz Arregui, María Pilar


El cerro de Santa Criz está situado en las estribaciones de la Sierra de San Pedro <sic>. Es un pequeño altozano de 544 m.s.n.m., actualmente inculto, y ocupado en algunas zonas  de matorral mediterráneo. A pesar de no estar situado junto a un curso de agua de gran entidad, hemos podido comprobar que las necesidades hídricas se ven satisfechas por los dos pequeños riachuelos que pasan a sus pies y por el manantial de la Fuente del Moro. Además es una zona con recursos cinegéticos abundantes (caza menor), siendo el terreno cultivable de gran calidad.

El yacimiento se extiende ocupando todo el cerro y las fincas adyacentes.

Varios fueron los motivos que nos llevaron a solicitar un permiso de excavación en el año 1995; el primero de ellos venía determinado por el deseo de constatar mediante sondeos la riqueza arqueológica que ofrecía la zona, la cual habíamos observado al realizar trabajos de campo e investigación bibliográfica sobre el yacimiento. El conocimiento que pudiéramos obtener sobre el mismo, a partir de estos trabajos, nos permitiría diseñar un conjunto de medidas protectoras, encaminadas a una mejor preservación del yacimiento, para el futuro.

La segunda razón que nos impulsó fue la pretensión de obtener datos que apoyaran nuestras hipótesis de trabajo:

1.    Existencia de una necrópolis de incineración de época romana, en una finca adyacente al cerro (aumentándose de esta forma las dimensiones del yacimiento de manera considerable).
2.  Existencia de una élite de población con recursos económicos suficientes como para sufragar edificios públicos de gran envergadura y costearse las inscripciones funerarias (no podemos obviar que el cerro de Santa Criz es uno de los lugares de Navarra donde mayor número de documentos epigráficos se han localizado).
3.   Constatación definitiva de la entidad del yacimiento que se perfila como un asentamiento urbano con capacidad suficiente para actuar como centro aglutinador de una serie de pequeños núcleos dispersos por las inmediaciones, y localizados en la prospección intensiva realizada en 1994.
4.   Por último destacar el hallazgo,  durante  los  trabajos  de  prospección,  de  restos constructivos, que parecían corresponder a una estructura muraria, de época romana, aspecto que queríamos certificar a través de la realización de sondeos arqueológicos.


Valoración de los resultados.

No es nuestro objetivo, en estas breves líneas, dar a conocer el volumen de información obtenido a través de la realización de los diferentes sondeos, tan solo pretendemos proporcionar una primera aproximación, que esperamos completar con la realización de campañas sucesivas de excavación en el yacimiento.

Si bien es verdad que la intervención arqueológica ha servido para corroborar las hipótesis de trabajo, también es cierto que a tenor de los restos localizados las expectativas que se perfilan son extremadamente halagüeñas y nos empujan a proseguir con el proyecto de investigación, a fin de obtener un mayor número de datos acerca de este importante núcleo de población que con toda seguridad contribuirá a mejorar el conocimiento que actualmente tenemos de una fase histórica tan determinante como la Romanización.

La campaña de excavación se desarrolló durante los meses de mayo y junio de 1995, gracias a la subvención concedida por la Institución Príncipe de Viana, y contando para su realización con la ayuda de dos obreros (2).

El grueso del trabajo se centró en una finca adyacente al cerro, en la actualidad cultivada. Los motivos de la elección de esa zona venían determinados por las evidencias localizadas en los trabajos de prospección, que auguraban la existencia de una necrópolis de incineración.

Se realizó una cata de 4x4 m, que tuvo que ser ampliada, posteriormente, al localizar las cimentaciones de una edificación rectangular realizada con grandes sillares moldurados y sillarejo. Hacia el exterior de la misma se encontró parte de la cornisa de la construcción.

La excavación de su interior dio como resultado la individualización de tres incineraciones junto a grandes manchas cenizosas y troncos carbonizados. A consecuencia de la ampliación se descubrió y comenzó a excavar lo que interpretamos como un segundo mausoleo, realizado todo él de sillarejo. En el mismo, los restos encontrados se resumen en fragmentos de huesos incinerados y carbón (3). En el espacio comprendido entre las dos edificaciones se encontró una urna funeraria (Lam. 1; fot. 1 y 2).

A escasos metros de este hallazgo, se realizó otra cata de 4x4m., dando como resultado, la aparición de una estructura cuadrangular realizada a base de grandes sillares que presentan los rebajes típicos de <<cola de milano>>. En su interior se individualizaron varios niveles de suelos. La funcionalidad de esta edificación, situada muy próxima a la zona de los mausoleos, no ha podido ser clarificada hasta el momento, aspecto que esperamos subsanar en un futuro próximo (Fot. 3).

Otro punto objeto de interés, era el situado en la parte alta del cerro, en un lugar donde afloraban en superficie dos grandes piedras labradas. En esta zona procedimos a la realización de un tercer sondeo, pudiendo recuperar una columna estriada de magnífica factura y colosales dimensiones, así como dos grandes sillares machihembrados. Todos ellos pertenecientes a una edificación de gran envergadura (Fot. 4).

Por último destacar la realización de la limpieza efectuada junto al camino utilizado en la actualidad como vía de acceso de los agricultores a diferentes fincas de cultivo. Los resultados de las mismas se concretaron en la localización de un lienzo de muralla (Fot. 5).


Notas:
(1)  La primera intervención arqueológica en el cerro de Santa Criz data de 1944, fue realizada por Blas   Taracena y Luis Vázquez de Parga. El informe completo de la excavación nunca llegó a publicarse.
(2)  Nuestro mas profundo agradecimiento a todas las personas que han hecho posible, de una manera desinteresada que el proyecto se pudiera llevar a cabo, a las familias Bariain y Lacheta Santa Quiteria propietarios de las fincas donde se han realizado los sondeos; a Fernando Ibarra, topógrafo; a Jose Angel Gavari, delineante; a la familia Lerga y en general a todo el pueblo de Eslava.
(3)  Uno de los objetivos de la campaña de 1996 que se está preparando en la actualidad, es concluir el vaciado de estas dos estructuras.