Carta Arqueológica del término municipal de Sangüesa, de
JUAN CRUZ LABEAGA MENDIOLA
Sangüesa, junio, 1981
RIBAS ALTAS
El término de San Babil es una superficie plana, amesetada,
que se extiende al norte del centro urbano de Sangüesa hacia la desembocadura
del río Irati con el Aragón. Se trata de una terraza de este último río. El
nombre le viene de una ermita
dedicada a este santo, y su altura es de 430 m. Se llama
Ribas Altas al extremo situado en un cortado junto al Aragón, y su posición
justifica el nombre.
El emplazamiento del núcleo de población en donde han
aflorado los restos arqueológicos no puede ser más idóneo, y ello por varias
razones. Se trata de un lugar llano, con abundantes tierras de labor sobre un
cortado de unos 15 m. sobre el río Aragón. Advertimos la costumbre tan
extendida que tenían de colocar el habitat en un medio con estas
características geográficas, y sin ir más lejos, así están emplazadas las
villas romanas de Liédena y Fuleras (Sos del Rey Católico), y es que las tremendas
avenidas del citado río tuvieron que contar mucho para escoger un terreno
apropiado para habitación. Lo inmejorable de Ribas Altas es el cómodo y amplio
camino de poca pendiente que desciende desde lo alto hasta el mismo río en un lugar
de muy poca profundidad que permite vadearlo sin dificultad. Por otra parte
hacia el nordeste se halla la zona más montañosa del término con la altura de
Ugarte de 627 m. que en épocas antiguas estaría poblada de bosques. Tierra, agua,
leña y sitio despejado al sol y aire suponen unas óptimas condiciones de
habitabilidad. Todos los materiales encontrados pertenecen a la Romanización.
CERÁMICAS ROMANAS
La finca en la que se han hallado los materiales arqueológicos
está actualmente cultivada de cereal, hasta no hace muchos años estuvo plantada
de olivos, por lo que con pocas excepciones dichos materiales se hallan muy
fragmentados. A ello hay que añadir su escasez, ya que en total no pasan de medio
centenar, de los que se describen los más representativos.
Cerámica sigillata
1. Fragmento de borde y pared de forma Riterling 8 de buena
pasta rosacea y barniz brillante y homogéneo rojo anaranjado, debajo del borde lleva varias líneas incisas. Pertenece a los primeros
siglos de nuestra era.
2. Fragmento de borde y pared de forma idéntica a la
anterior, de buena pasta rosacea y barniz naranja claro sin brillo, que puede
ser de los siglos III o IV.
3. Fragmento con el típico baquetón de una vasija de forma
Dragendorf 15/17, de pasta rosacea y barniz rojo claro, poco compacto y algo
brillante. Su cronología es tardía.
4. Fragmento de una ollita con el borde hacia afuera de la
forma Hispánica 2, de pasta rosacea, con barniz rojo claro, algo brillante al exterior
y mate interiormente.
5. Fragmento, que da el perfil casi completo de la forma
Dragendorf 36, de pasta rosacea, y barniz rojo anaranjado poco brillante. Tiene
el borde en su zona superior restos de decoración a ruedecilla.
6. Fragmento de pared y fondo con pie alto y moldurado de
forma inidentificada, pasta rosacea algo blanda, y barniz anaranjado con
algunas zonas más oscuras, tenue, sin brillo, que interiormente ha
desaparecido.
7. Gran fragmento de pared y fondo de forma no identificada,
de buena pasta ocre amarillenta, y barniz anaranjado muy desigual y sin brillo.
Esta pieza es de factura muy poco cuidada por la irregularidad de sus
superficies, y parece ser una imitación de la sigillata.
8. Fondo de buena técnica, bien torneado, de pasta dura
rosacea y barniz brillante rojo anaranjado.
9. Fragmento hacia el fondo muy grueso con la superficie muy
desgastada en la que se aprecia un guerrero de perfil con una lanza y en la
parte inferior izquierda un Eros.
10. Fragmento con buen barniz brillante decorado con un
círculo que encierra una roseta y un motivo de separación vertical.
11. Fragmento decorado con doble baquetón y sobre ellos un
motivo de separación de de metopas, tres líneas verticales y una de puntas de flecha.
12. Fragmento de barniz brillante con un friso de pequeños
circulitos.
13. Fragmento decorado con doble baquetón, separación de
metopas en los dos frisos por medio de tres líneas verticales onduladas, y en el
inferior un motivo de tres círculos concéntricos, el primero y tercero de línea
interrumpida con una hoja en un extremo.
14. Fragmento con cuatro círculos concéntricos de gran
relieve, los más exteriores de línea ondulada y motivo vertical de separación.
15. Fragmento de la carena con dos zonas decoradas separadas
por doble baquetón, en la superior hay un motivo de separación de metopas de tres
líneas verticales y puntas de flecha, y en la interior cuatro círculos
concéntricos, los dos más exteriores de línea ondulada, y un motivo vertical de
separación.
16. Fragmento hacia el fondo decorado con doble baquetón, una
serie de tres círculos concéntricos en la parte superior y otra serie de otros
tres círculos mayores, el de enmedio de línea ondulada en la zona inferior.
17. Fragmento decorado por la parte inferior con un
hombrecillo desnudo.
Cerámica pigmentada
4. Fragmento de una gran vasija de paredes estrechas de
buena pasta rosacea, sobre la que se ha dado una mano de pintura ocre y
finalmente un pigmento algo tenue de color marrón negruzco.
5. Borde moldurado, probablemente de un jarrito de pared
carenada, de dura pasta rojiza, pigmento al exterior rojizo y exteriormente de color
grisáceo oscuro. Este tipo de vaso aparece con mucha frecuencia en los estratos
de Pompado en el siglo I y sólo esporádicamente después. (1)
6. Borde redondeado y arranque del cuello de ancho grosor,
de pasta blanda amarillenta y ligerísimo engobe color ocre claro casi
desaparecido.
7. Asa de sección moldurada y zona de engarce con el borde,
de dura pasta rosacea y engobe ocre de fondo sobre el que se ha superpuesto otro
de color ocre rojizo, muy débil y mate.
8. Asita de un vaso de paredes finas de sección elíptica,
pasta rosacea, y engobe anaranjado de fondo y marrón superpuesto con brillo.
Cerámica común
9. Fragmento de asa, quizá de ánfora, de pasta rosacea con
desgrasantes de arenillas y áspera superficie del indicado tono.
10. Borde
redondeado hacia afuera de tosca pasta grisácea con arenillas y de superficies
alisadas de color rosáceo y gris.
VALORACIÓN DEL
YACIMIENTO
Por los restos encontrados, y en especial por las distintas
calidades de barnices de las cerámicas, parece que se trata de un asentamiento
temprano de la Romanización que se prolongó durante tres o cuatro siglos. Hemos
anotado en la introducción su inmejorable emplazamiento junto al agua pero a salvo
de ella. Estos terrenos planos de materiales detríticos son muy a propósito
para los cultivos de cereal; vino y aceite, no es pues de extrañar que estos
restos estudiados pertenezcan a una villa de explotación agrícola que cultivó
la extensa planicie.
La zona montañosa cercana de Ugarte serviría para el
aprovisionamiento de leña, reserva de caza y pastos para el ganado. Habría que
plantearse la posibilidad de que los primeros habitantes de este plano fueron
los que en un estadio cultural más atrasado, edad del Bronce, tallaban sílex en
los yacimientos de Mongallés, se dedicaban primordialmente a la ganadería, y
que, alrededor del siglo I, descendieron al llano especializándose en los cultivos
aludidos que imponía la Romanización.
(1). MEZQUIRIZ, M? A., Pompado II, p. 46, lám. VI, 1.