martes, 9 de abril de 2013

05.01.20081231 Oibar, Las estructuras hablan tras siglos de silencio

 LAS ESTRUCTURAS HABLAN TRAS SIGLOS DE SILENCIO:
INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EN “ EL CERCO” (AIBAR, NAVARRA)

Maider Carrere Souto
Sociedad de Ciencias Aranzadi. Departamento de Arqueología;
mkarrere@aranzadi-zientziak.org




RESUMEN
El yacimiento arqueológico del “Cerco” en Aibar presenta la evolución histórica de un castillo que hasta el momento se desconocía su existencia. Desconocemos cual fue su surgimiento, sin embargo con la I campaña de excavación arqueológica se ha comenzado a escribir parte de su oscura historia.

ABSTRACT
The “Cerco” archaeological site in Aibar presents the historical evolution of a castle that until now did not know its existence. We do not know what was its sprouting, nevertheless with the I campaign of archaeological excavation has been begun to write part of its dark history.

Palabras Clave: Castillo. Edad Media. Torres Circulares.
Keywords: Castle. Middle Ages. Circulars Towers



1. Introducción.
Hasta la fecha pocos creían en la posibilidad de  hallar los restos del antiguo castillo de Aibar. Su  historia seguramente se remonte más allá del siglo  X, sin embargo es entonces cuando tenemos la primera  mención sobre su existencia; las crónicas musulmanas  nos relatan como en la incursión realizada  por Muhammqad ibn Lubb en el año 882 el castillo  fue desmantelado. De aquí en adelante, los datos  que se hallan en la documentación sobre esta fortaleza  son escasos, cuando no insuficientes para hacernos  una idea aproximada de su posterior evolución.  Sólo hay tres documentos que hacen mención  al “castellum” de Aibar sin darnos más datos que la  de su existencia misma. Al no ser una posesión regia  o ligada a la monarquía sino depender de señores  locales, son escasos los documentos que se  aproximen al día a día del castillo en su época.

El proyecto de investigación promovido pretendía  ratificar los escasos datos históricos disponibles  sobre este privilegiado emplazamiento y establecer  la secuencia cronológica de ocupación del mismo.  Sobre este planteamiento se perfilaron una serie de  actuaciones arqueológicas localizadas en distintos  puntos del pequeño cerro sobre el que se emplazaba  el desaparecido castillo.


2. Contexto geográfico.

El término municipal de Aibar se extiende noroeste  a sureste, desde la Sierra de Izko (900- 960 m),  hasta el cauce del río Aragón (380 m), alcanzando  los 48 Km2 de extensión.

Al Norte la topografía es accidentada: se trata  de una serie de serrezuelas separadas por vallonadas  que siguen la dirección pirenáica. Las primeras  fueron modeladas por la erosión en los afloramientos  areniscos y las segundas en los margosos y arcillosos  del Oligoceno, los cuales están plegados: sinclinal  de Rocaforte, anticlinal de Aibar y prolongación  del sinclinal de Barasoain. La inversión del relieve,  de tipo prealpino, es perfecta: sinclinales olgados,  valles anticlinales, crestas.

Al sur la topografía es más llana y corresponde  a dos extensos niveles de glacis de erosión y de terrazas  fluviales.

El clima es de tipo mediterráneo, con cierto matiz  continental en la mayor parte del término y submediterráneo  al Norte. Los valores medios anuales  oscilan de acuerdo con la latitud y, sobre todo, la  altitud, la siguiente manera: temperatura, 12º- 13ºC;  precipitaciones, 500- 800 mm; evapotranspiración  potencial, 725- 750 mm.



3. Planteamiento y desarrollo de la investigación.

Las actuaciones que se realizaron en el 2007 en  el Castillo tuvieron como objetivo la limpieza y finalización  de los sondeos realizados por el Ayuntamiento,  así como la apertura de un sondeo de 9 m2  en la cima para ubicar la posición de la torre del homenaje,  si aun quedara alguna estructura visible.


3.1. Fase 1.
La I fase de trabajo consistió en la limpieza del  sondeo 1 y sondeo 2, que unos meses atrás había realizado  el Ayuntamiento con pretensión de introducir  una red de alumbrado en ese espacio.

El sondeo 1 se localizó en la ladera Norte con  unas dimensiones de 3’50 metros de largo y 1’50  metros de ancho. Su estratigrafía resultó bastante  sencilla destacando como elemento más reseñable  la presencia de una estructura formada por una hilera  de lajas calizas hincadas verticalmente en el suelo,  delimitando un espacio donde había existido una  intensa actividad de combustión. El recinto presentaba  unas dimensiones parciales de 2’20 metros de  largo y 0’60 metros de ancho en su parte más amplia,  si bien no pudo documentarse en su integridad  al quedar fuera de los límites del sondeo. Bajo  aquel hogar, encontramos unos eslabones de hierro,  sin que aclarase de ninguna manera qué funcionalidad  tuvo antaño esta estructura. Finalmente, se decidió  no proceder a exhumar completamente su  contenido hasta el nivel geológico con pretensión  de poderlo excavarlo en alguna otra campaña futura.


El Sondeo 2 (fig. 1), al igual que el 1 se corresponde  mayormente a la anteriormente referida actuación  municipal, encontrándose situado en el pequeño  collado existente entre las dos colinas principales  que conforman este presente promontorio. El  sondeo presentaba unas dimensiones de 12 metros  de largo por 2 metros de ancho aproximadamente.  En el centro de esa zanja encontramos un murete  que separaba dos espacios perfectamente diferenciados.
A partir de este elemento comienza un relleno de cascajos que cubre los muros que aparecen a una cota inferior y los cuales aparentan una factura diferente. Son más toscos, con sillares de gran tamaño y dispuestos de una forma más ordenada. Tras este nivel, a 3,90 metros de diferencia con la superficie está el nivel geológico, compuesto de calizas degradadas y roca natural machacada.

El murete se encuentra por el sector que hemos  llamado “A” (mitad N de la zanja) con un nivel de  incendio únicamente documentado en el sector B.  Atendiendo a los datos recogidos el presente muro  parece delimitar dos espacios perfectamente diferenciados  de este recinto fortificado, y más en concreto  el espacio exterior e interior de un supuesto  recinto cerrado que muy posiblemente puede interpretarse  como parte un espacio habitacional del  cual no se puede disponer de mayores datos debido  a lo reducido del sondeo y el carácter de la propia  intervención (limpieza de cantiles).

3.2. Fase 2.
La II fase se destinó a la apertura del sondeo 3  con máquina, que correspondió a los arqueólogos  decidir su ubicación. Tras la limpieza con máquina  de la capa vegetal de la cima se hizo una zanja 7,20  m de largo y 2,00 m. de ancho.

Cuando se empezó a excavar se bajó en torno a  0,20 m. hasta encontrar el primer sillar que nos indicaba  la existencia de una estructura. El relleno  que tapa este primer nivel consiste en una acumulación  de sillares, cascajos de caliza y tierra suelta  muy removida. Sobre el muro descubierto había  restos de un pegote de argamasa que nada tenía que ver con el resto de la estructura. Es probable que  pertenezca a una reforma posterior realizada sobre  la torre de forma cuadrangular. Los objetos recogidos  en este primer nivel, dado su carácter heterogéneo  más cercano a ser parte del relleno vertido en la  cima para hacer la replantación de abetos en la década  de los 50, se recogieron pero con carácter provisional  y conociendo su inutilidad para el ámbito  científico.


Tras bajar esta última unidad aparecieron los  primeros sillares de la torre circular (fig. 2), encajada  totalmente dentro de la primera torre descubierta.

El relleno de la cavidad de la torre circular estaba  formado por tierra que en un principio parecía  geológica, con intrusiones de material metálico y  algún que otro fragmento de cerámica. Sin embargo,  se realizó una cata para verificar el nivel y se  halló un nivel formado por cascajo de diferentes tamaños,  con intrusiones de cerámica roja y más objetos  metálicos, que pasaba por debajo de la torre  circular.


Este último estrato es una unidad de 0,80 m. de  potencia, conformado por cascajos, muchos fragmentos  óseos de fauna y pocas piezas cerámicas en  comparación con las UUEE anteriores.

El último nivel que encontramos está compuesto  por piedras muy bien fijadas al estrato geológico  con argamasa. Un suelo fuerte y compacto, sin ningún  material arqueológico, a casi 4,00 metros de la  superficie y que no tiene nada que ver con las dos  estructuras anteriores.

Una vez terminados todos los sondeos, se documentaron  y cerraron tapándolos con geotextil, haciendo  mayor hincapié en las estructuras que emergían.


4. Estratigrafía y evolución del depósito.

Tras la excavación, se han podido diferenciar  los siguientes niveles estratigráficos que están condicionados  enormemente por el emplazamiento de  las estructuras; cabe destacar que este análisis resulta  sesgado y pobre, ya que los sondeos aportan al  arqueólogo una información parcial de lo que el ojo  ve. De esta manera, las interpretaciones que se pueden  dar de los sondeo 1 y sondeo 2 son relativas y  de carácter provisional.

El sedimento del sondeo 1 está compuesto por  un depósito de relleno que abarca los 0,70 metros  de potencia de tierra de color amarillo (UE 100),  muy suelta situada directamente sobre otro nivel  más compacto, también de tierra amarilla que a primera  vista podía pasar como nivel geológico. Sin  embargo, con la extracción de este primer nivel hallamos  una estructura de lajas (UE 101) que rodea  una especie de hogar (UE 102), del cual aun no tenemos  constancia de lo que puede ser. En este sondeo  no se pudo constatar el nivel geológico, por no  querer destruir el elemento descubierto.


El sondeo 2 está compuesto por los siguientes  niveles:

 Nivel I: tierra de color marrón muy suelta  debido a la remoción constante del terreno.  Sería la que llamamos tierra vegetal (UE  201). Esta tierra se encuentra tanto a la derecha  como a la izquierda del murete (UE  200).

Nivel II: es el nivel del murete (UE 200); un  nivel compuesto por cascajos que se extiende  a su derecha e izquierda directamente formado  por la remoción de tierra realizada en  la replantación de la década de los 50.

Nivel III: nivel de relleno o derrumbe de  cascajos en los dos lados de la zanja y que  pasa por debajo del murete (UE 200). Es un  nivel homogéneo que en el Sector a de la  zanja (lado izquierdo del murete) se asienta  sobre los muros descubiertos a un nivel inferior  (UE 204). En cambio en el Sector b  (lado derecho del murete) este nivel está precedido  por un pequeño nivel de incendio  (UE 205) que se extienden por todo el perímetro  de sondeo abierto. 

Nivel IV: nivel que encontramos en el Sector  a compuesto por la UE 204 que corresponde  a los muros más toscos, de casi 3 metros de  ancho, que se encuentran aproximadamente  a 3 metros de profundidad.

El sondeo 2 se dio por finalizado al alcanzar el  nivel geológico a 4,00 metros de la superficie.



El sondeo 3 consta de los siguientes niveles:

Nivel I: estrato formado por cascajos, tierra  muy suelta marrón, fragmentos de arenisca  (UE 300). Es un sedimento que se asienta  sobre las estructuras de la torre cuadrangular  (UE 310, UE 311, UE 331, UE 350) y parte  de los elementos de la torre circular (UE  320, UE 321). La amalgama de materiales  han sido recogidos poderlos analizar, sin  embargo somos conscientes que el revuelto  de materiales puede confundirnos a la hora  de su estudio ya que no deja de ser un nivel  secundario, depósito voluntario para tapar  las estructuras y poder plantar árboles, entre  muchas otras cosas.

Nivel II: estrato formado por arcilla limpia,  sin cascajos y rico en materiales cerámicos y  de metal (UE 321). La tierra es más compacta  y amarilla. Es una unidad que rellena el  único nivel de sillares que conforman la torre  circular (UE 320). Una vez se termina la  UE 320, desaparece totalmente esta unidad.

Nivel III: sedimento que consta de una ingente  cantidad de cascajos y elementos de  materia lítica como son las tapaderas que documentaremos  más adelante y escasa tierra  (UE 332). Este nivel comienza cuando acaban  los sillares y pasa por debajo de los mismos.  Es un nivel no tan prolífico en materiales  cerámicos como el anterior pero si que  contiene más elementos metálicos. Posee  0,80 metros de potencia.

Nivel IV: compuesto por cascajos y argamasa  bien adherida al terreno, casi imposible de  levantar. Pasa por debajo del Nivel III y no  parece que contenga una suma grande de  materiales arqueológicos.

El sondeo 3 se dio por finalizado al alcanzar el  nivel geológico aproximadamente a 4,00 metros de  la superficie.



5. Conclusiones y perspectivas.

La primera aproximación realizada a la historia  del Castillo de Aibar ha resultado ser positiva y gratificante  para el equipo de Arqueología Histórica de  la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Una historia desconocida,  perdida por la escasa documentación, que  adolecía de actuaciones dirigidas a su conocimiento,  ha tenido su respuesta gracias a unas intervenciones  casuales por parte del Ayuntamiento de Aibar.

Al pensar en Aibar tenemos que dar valor a su  posición geográfica y mirar al que históricamente se  ha conocido como el Valle de Aibar. Este territorio  estuvo situado en la frontera de dos Coronas: la  Aragonesa y la Navarra en época medieval. Sin embargo  esta circunstancia no fue particular de esta  época y remontándonos a la Antigüedad ya se conoce  la importancia estratégica de este emplazamiento,  los yacimientos en los promontorios más elevados  del entorno son muestra de lo que nos referimos.  Teatro de episodios importantes y desconocidos  hasta ahora, la I Campaña de Intervención Arqueológica  en el Castillo de Aibar ha contribuido a  desbrozar la memoria más remota de su Historia.

Los últimos estudios que se están realizando sobre  las torres circulares tienen como misión verificar  las hipótesis en torno al origen musulmán de las  mismas; casos como los de Legin y Orraregi, entre  otros, pueden resultar los ejemplos más cercanos al  caso de Aibar dada la semejanza en las dimensiones  y su posible funcionalidad: torres de señales ubicadas  en elevaciones o promontorios, dispuestas estratégicamente,  para emitir señales a otros emplazamientos  estratégicos-militares. En este sentido debemos  agradecerle a Ernesto Pastor, participe en un  proyecto de investigación del MEC dirigido por Ramón  Martí en el que se están estudiando los orígenes  y desarrollo de este tipo de torres en la zona  nordeste de la Península Ibérica, la disponibilidad  mostrada para el estudio del caso del yacimiento de  Aibar.

La inestimable labor y esfuerzo del Ayuntamiento  de Aibar, la dedicación de sus gentes, así  como la predisposición del mismo a seguir con el  proyecto emprendido en el año 2007, en pos a la recuperación  de los vestigios del antiguo castillo del  municipio, nos abre un panorama interesante para  nuestra línea de investigación emprendida sobre el  desarrollo del poblamiento en Navarra. En siguientes  campañas además de poder excavar y recuperar  parte de las estructuras castelares, ya emergidas en  esta primera campaña, no dudamos en que el yacimiento  nos ofrecerá más claves para la mejor comprensión  del origen y desarrollo de estos enclaves  estratégicos fronterizos.

La mayor obtención de datos y la puesta en valor  de los hallazgos que encontremos en el promontorio  llamado “el Cerco” harán que realmente estos  elementos defensivos, en directa conexión con el  desarrollo histórico del poblamiento en su entorno,  sean motores dinámicos para la ayuda del conocimiento  e interés de la ciudadanía por la historia local  y en general, mayor sensibilización por el Patrimonio  Cultural.