viernes, 5 de abril de 2013

01.33 El Castillo de Urniza-Lerga


El Castillo de Urniza estaba situado a unos 400 m. al noroeste de lo que hoy es el casco urbano de Lerga, en una colina a una altitud de 720 m.s.n.m., con una superficie de 3.300 m2.



(Fuente: J. Armendariz - De aldeas a ciudades)

Es de la época de Edad del Hierro-Antiguo(?)-Final. Los poblados mas cercanos eran Indusi/Muribitarte a 2 km. y Santa Crisa 4,8.
Sus recursos hídricos son los barrancos de Sagarraga y Linares que bordean el cerro por sus costados oriental y occidental.

Sistema defensivo
El recinto del poblado, que se adapta a las dimensiones reales de esta pequeña cumbre artificialmente amesetada, no conserva ningún resto muralla, lo que no quiere decirque nola hubiera tenido en el pasado, ya que se reconocen por toda la falda del monte líneas secundarias de defensa avanzada en forma de bancales. La georeferenciación de las mismas en el plano topográfico descubre un sistema de acceso a este pequeño núcleo de población de tipo helicoidal, realmente complicado, que sigue el sentido contrario a las agujas del reloj y permite entrar en el recinto castreño por su ángulo occidental. Dichas rampas, que en algunos tramos se interrumpen por la intrusión postdeposicional de canteras de piedra, presentan una anchura media comprendida entre los 3 y los 6 metros, si bien en la vertiente norte algunas de ellas se ensanchan originando un pequeño recinto.

No tenemos datos para afirmar que el castillo real de Lerga que cita la documentación medieval se hubiese levantado aquí, y no queda ningún vestigio de él (Martinena 1994:71 y 158)

Cultura material
Algún fragmento de cerámica manufacturada de difícil catalogación y un lote algo mayor, aunque de reducido tamaño, de vajilla celtibérica.

Valoración
De espaldas a la villa histórica de Lerga, que sale del anonimato por la documentación medieval a comienzos del siglo XII, se levantan dos escarpados montículos que popularmente se les conoce como "Los Castillos", el "Castillo de Urniza" el de la derecha, y el "Castillo de Subiza" el de la izquierda. En el primero hemos descubierto la existencia de un castro, que pasa casi inadvertido si no fuera por la permanencia, aunque tenue, de su estructuración prerromana así como por la presencia de restos de cultura material protohistórica.

El sitio es sumamente estratégico, dominando con claridad el camino secular que comunica Valdeoibar  en el área hidrográfica del Aragón con San Martín de Unx, Tafalla y Valdorba en la del Cidacos, que fue afamada calzada romana y anteriormente una vía muy transitada durante la Protohistoria, pues se ve jalonada con poblados y castros fechables a lo largo de toda la secuencia de la Edad del Hierro. Esta atalaya del Castillo de Urniza se habría abandonado como lugar de hábitat tras el contacto de las poblaciones indígenas con Roma, pues no hay sospechas arqueológicas de su ocupación en esta época; sus moradores habrían bajado a habitar las nuevas villae implantadas en el fértil valle regado por el Indusi, dependiendo administrativa y económicamente de la cercana ciudad romana de Santa Criz.

El registro arqueológico de El Castillo de Urniza, que es muy sobrio en hallazgos, tampoco permite fijar con seguridad una ocupación medieval en este sitio, ni siquiera el documentado castillo real que protegió la villa de Lerga.

Estado de conservación
Aunque hemos llegado a reconocer, con cierto detalle pero no sin dificultades, la estructura orgánica de este castro creemos que en su estado actual carece de fondo arqueológico y los restos de su estratificación se hallan desparramados por las laderas del monte. Efectivamente, en la cumbre no solo aflora la roca madre en buena parte de su extensión sino que incluso se ha procedido a su explotación, pues queda fosilizado el frente de una cantera de las últimas extracciones que se han producido. Esta misma actividad extractiva, que es de época histórica, la registramos en distintos puntos del monte, creando discontinuidades en las rampas y fosos que rodean su cumbre.

Este es el motivo fundamental por el que tal vez no se conservan las huellas del castillo real de Lerga, si es que aquí estuvo ubicado, pues tras su amortización los sillares de su fortificación habrían sido los primeros en extraerse y ser utilizados en nuevos planteamientos arquitéctonicos de Lerga.

Puede verse aquí la presentación del libro